Los almacenes juegan un papel crucial en la cadena de suministro, pues sirven como nodos centrales para garantizar un flujo de mercancías efectivo a lo largo de toda la cadena de suministro, desde los proveedores hasta los consumidores finales.

Con una demanda creciente en estos últimos años, impulsada por el auge del comercio electrónico, la búsqueda por instalaciones logísticas más amplias, flexibles y adaptables a las necesidades actuales han impulsado el interés por el desarrollo y avance de la actividad inmologística.

Centrada en maximizar el uso del espacio y la funcionalidad de los almacenes, el peso de la actividad inmologística no deja de aumentar. De hecho, según el Investor Intentions Survey 2023 elaborado por la consultora inmobiliaria CBRE, el sector logístico se ha convertido en el tercer producto inmobiliario más demandado, con un 23% del total de inversores europeos interesados en el sector.

El almacén: un área clave en la supply chain

Como se puede observar, el valor de las instalaciones logísticas resulta cada vez más llamativo tanto para empresas como inversores, que ven un gran potencial en esta área de la cadena de suministro, pero ¿por qué?

La realidad es que, lejos de ser simplemente un espacio para el almacenamiento de diversas mercancías, el almacén juega un papel crucial en la eficiencia y la eficacia de la supply chain. Son muchas y muy numerosas las actividades que se realizan dentro de éste y que, por tanto, resultan condicionadas por sus capacidades.

Para entender cómo un buen diseño de almacén contribuye al éxito de la cadena de suministro, es esencial analizar detalladamente los cuatro eslabones principales que conforman su operatividad:

  • Recepción de mercancías

La recepción de mercancías, como punto de partida crítico en la cadena de suministro de un almacén, asegura la integridad y calidad de las mercancías desde el inicio mediante procesos clave.

Esta operación debe realizarse de una manera ordenada y eficiente, teniendo en cuenta las necesidades de cada mercancía, tiempo de estancia dentro del almacén y muchos otros detalles. Para ello resulta esencial que estas instalaciones cuenten con la capacidad de incorporar nuevas tecnologías como un SGA (Sistema de Gestión de Almacenes), almacenes inteligentes, etc.

En este sentido, la ubicación estratégica del almacén y su capacidad para manejar grandes volúmenes de mercancías son cruciales. Los almacenes deben estar situados cerca de nodos de transporte clave para facilitar la recepción rápida y eficiente de mercancías. La infraestructura, así, debe estar bien diseñada y cercana a las ubicaciones más beneficiosas para la actividad del cliente, como cerca de las grandes ciudades.

  • Almacenamiento y gestión de stock

Una vez recibidas y verificadas, las mercancías se deben almacenar de manera eficiente. Este eslabón de la cadena de suministro es fundamental para garantizar la disponibilidad y accesibilidad de los productos.

En este sentido, resulta fundamental diseñar almacenes con capacidad para maximizar el uso del espacio vertical y horizontal, y garantizar que el flujo de mercancías sea lo más eficiente posible. La estructura física del almacén debe permitir un acceso rápido y fácil a los productos almacenados, con áreas designadas para diferentes tipos de mercancías según su rotación y tamaño. Además, la flexibilidad del diseño del almacén es crucial para adaptarse a las variaciones en la demanda y los cambios en el inventario.

  • Preparación de pedidos

La preparación de pedidos es una actividad central en el almacén y su eficiencia está influenciada directamente por el diseño y la disposición del espacio.

Los almacenes deben permitir minimizar las distancias de desplazamiento durante el picking de productos, con áreas organizadas de manera lógica según la frecuencia de pedido, así como zonas específicas para la preparación de pedidos bien situadas para facilitar un flujo continuo y sin interrupciones. La disposición del almacén debe permitir una rápida transición de los productos, optimizando el tiempo y los recursos necesarios.

  • Distribución

El último eslabón lo compone la distribución y el transporte de mercancías desde el almacén hasta su destino final. La ubicación geográfica del almacén resulta fundamental para reducir los tiempos de transporte y los costes logísticos. Para ello los almacenes deben estar situados estratégicamente cerca de las principales rutas de transporte y áreas de destino para facilitar una distribución eficiente. Además, la infraestructura del almacén debe incluir áreas adecuadas para la carga y descarga de vehículos de transporte, así como espacios suficientes para el almacenamiento temporal de mercancías listas para ser distribuidas.

 

En la cadena de suministro, la operatividad de los almacenes desde la perspectiva de la inmologística debe estar centrada en la optimización de la infraestructura y el diseño. Los cuatro eslabones comentados anteriormente se encuentran interconectados de manera que requieren una planificación y ejecución eficiente y óptima. La ubicación estratégica, el diseño flexible y la infraestructura adecuada de los almacenes resultan así fundamentales para maximizar la eficiencia operativa y asegurar el flujo continuo de mercancías a lo largo de la cadena de suministro. Sumado a ello, nuevas exigencias se han incorporado a esta actividad, como la necesidad de contar con criterios sostenibles en las naves. Esta exigencia es el motor que permite a GLP España ser pioneros en el avance del sector hacia un futuro de cero emisiones netas.