El desarrollo inmologístico en entornos rurales ha emergido como una tendencia estratégica clave en el contexto de la inmologística moderna, especialmente en España, donde algunos mercados urbanos empiezan a mostrar signos de saturación.
Este fenómeno responde a la creciente demanda de soluciones logísticas más eficientes y sostenibles, impulsada en gran medida por el auge del comercio electrónico, la digitalización de las cadenas de suministro y los retos que plantea el acceso a suelo industrial en las zonas urbanas.
Sin embargo, desde una perspectiva técnica y económica, la expansión hacia estas regiones presenta tanto oportunidades como desafíos.
Las áreas rurales, que tradicionalmente han sido menos explotadas para el desarrollo logístico, ofrecen ventajas como la disponibilidad de terrenos a menor coste y la descongestión del tráfico urbano, pero también plantean retos significativos, entre ellos, la falta de infraestructura adecuada y la necesidad de abordar cuestiones medioambientales y sociales.
Saturación y limitaciones en los núcleos urbanos
En España, los principales núcleos urbanos como Madrid, Barcelona y Valencia han experimentado una creciente escasez de suelo industrial disponible para el desarrollo inmologístico.
Según datos del informe Industrial y Logístico Snapshot 2024, la tasa de disponibilidad en Madrid y su zona metropolitana se sitúa por debajo del 10%, mientras que en Barcelona ha caído al 5,4%, lo que refleja una alta demanda y una oferta de suelo extremadamente limitada.
Por su parte, el crecimiento del comercio electrónico, que alcanzó un volumen de negocio de más de 20.000 millones de euros en 2023, ha exacerbado la necesidad de centros logísticos cercanos a las grandes urbes, generando un desplazamiento de proyectos hacia áreas más periféricas e incluso rurales.
Este contexto de limitación en los grandes centros urbanos está impulsando la expansión hacia nuevas localizaciones con mayor disponibilidad de suelo y costes más competitivos.
Oportunidades del desarrollo logístico en zonas rurales
Disponibilidad de suelo y costes reducidos
Uno de los principales atractivos de las áreas rurales para el desarrollo logístico es la disponibilidad de grandes extensiones de suelo a precios considerablemente más bajos en comparación con las áreas metropolitanas.
Esta disponibilidad de terrenos genera una ventaja competitiva para las empresas que buscan establecer centros logísticos estratégicamente ubicados, que ofrezcan facilidades para el almacenamiento y distribución de mercancías sin incurrir en los altos costes del suelo urbano.
Descongestión y accesibilidad
El desplazamiento de infraestructuras logísticas a áreas rurales contribuye a descongestionar los accesos a grandes ciudades, evitando la saturación del tráfico de transporte pesado en las principales vías urbanas. Además, muchas de las áreas rurales están bien conectadas con las principales redes de carreteras y autovías, permitiendo un acceso eficiente a los mercados regionales y nacionales.
Generación de empleo y dinamización económica
El establecimiento de naves logísticas en áreas rurales puede ser un motor de desarrollo económico local.
La construcción y operación de estas infraestructuras no solo crea empleo directo en sectores como la construcción y la logística, sino que también tiene un efecto multiplicador en la economía local, incentivando el crecimiento de servicios asociados, como el transporte, la restauración, el mantenimiento y otros servicios complementarios.
Desafíos del desarrollo logístico en zonas rurales
Infraestructura y accesibilidad limitada
A pesar de las oportunidades que ofrecen las áreas rurales, uno de los principales desafíos es la falta de infraestructuras adecuadas que complican, e incluso imposibilitan, el desarrollo de las actividades de logística y distribución.
Aunque algunas zonas rurales están bien conectadas con las principales rutas de transporte, muchas otras afrontan carencias en infraestructuras esenciales, como carreteras de acceso en buen estado, suministro eléctrico adecuado y conectividad digital. Esto puede limitar la viabilidad de proyectos logísticos a gran escala o aumentar significativamente los costes iniciales de desarrollo.
Regulación y tramitación administrativa
El desarrollo de naves logísticas en áreas rurales puede enfrentarse a una mayor complejidad en cuanto a la regulación y tramitación administrativa.
La clasificación de suelos rústicos o de protección ambiental puede requerir largos procesos de recalificación o permisos especiales para la construcción de infraestructuras industriales, lo que puede retrasar los proyectos o incluso hacerlos inviables en ciertas localizaciones.
Sostenibilidad y responsabilidad ambiental
El desarrollo logístico en áreas rurales también debe afrontar los desafíos relacionados con la sostenibilidad y la gestión ambiental. La construcción de grandes naves logísticas en zonas rurales puede tener un impacto significativo en el entorno natural, afectando la biodiversidad local y modificando el uso del suelo.
En respuesta a este reto, desarrolladores como GLP están liderando la incorporación de prácticas de construcción sostenible, como el uso de energías renovables, la optimización de recursos hídricos y la implementación de soluciones de eficiencia energética en los edificios logísticos. Certificaciones como BREEAM, que garantizan un enfoque respetuoso con el medio ambiente, se están convirtiendo en un estándar para mitigar el impacto de estos desarrollos en áreas rurales.
Escasez de mano de obra cualificada
Otro reto importante es la disponibilidad de mano de obra cualificada en zonas rurales. Si bien estos desarrollos generan empleo, en muchos casos, la mano de obra local no está capacitada para cubrir todas las necesidades del sector logístico, especialmente en áreas como la automatización de almacenes o la gestión de cadenas de suministro.
Este déficit de personal especializado puede obligar a las empresas a invertir en formación o atraer trabajadores de áreas urbanas, lo que puede incrementar los costes operativos.
Cuestión de equilibrio
El desarrollo de naves logísticas en áreas rurales de España representa una gran oportunidad para el sector inmologístico, al aprovechar la disponibilidad de suelo, reducir la congestión en áreas urbanas y contribuir al desarrollo económico local.
Sin embargo, también se enfrenta a desafíos significativos relacionados con la infraestructura, la regulación, la sostenibilidad y la disponibilidad de mano de obra cualificada.
Por ello, a medida que las empresas logísticas continúan buscando soluciones eficientes para responder a la creciente demanda de servicios de distribución, las áreas rurales se posicionan como una opción estratégica, siempre que se aborden de manera adecuada los retos que presenta su desarrollo.