Al igual que otras partes del mundo, Europa está lidiando con niveles de inflación que no se veían desde la crisis del petróleo de los años 70. El reflejo de esta situación se está dejando notar en todos los estratos y en cada uno de los sectores que componen el tejido económico, sacando a la luz las fortalezas y debilidades de actividades críticas como la inmologística.

En verano de 2022, la inflación de la eurozona alcanzaba el 9,1% frente al 3% registrado en el mismo periodo del ejercicio anterior. Al mismo tiempo, la inflación subyacente, indicativo de la estabilidad de los precios de consumo a corto plazo, superaba el 4,3%.

Buceando en los registros, hemos de remontarnos a 2008, durante el auge de las materias primas, para encontrar la cifra más cercana a la inflación actual, que en ese momento rondaba el 4%.

¿Por qué nos enfrentamos ahora a los efectos de la inflación?

Si bien su compleja naturaleza hace que el concepto y origen de la inflación resulten difíciles de entender, los registros permiten comprender cómo la economía europea ha llegado a este punto.

Parte del ahorro récord acumulado por los consumidores durante las cuarentenas – casi un billón de euros en la Eurozona según el FMI – han vuelto rápidamente a circular a medida que se levantaban las restricciones. Sin embargo, la contraparte de esta ecuación, la oferta, ha tardado mucho más en responder, provocando cuellos de botella y un repunte de los precios a lo largo de la cadena de suministro.

Así mismo, el conflicto entre Ucrania y los cierres intermitentes de China, originados por el coronavirus, han exacerbado estas presiones inflacionistas al interrumpir más líneas de suministro.

En esta fórmula también juega un papel crítico el mercado energético. En particular, este componente del Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) de la zona euro ha aumentado cerca de un 40%, impulsado en parte por las sanciones a Rusia.

Lo que supone para el desarrollo de proyectos inmologísticos

Con tasas de inflación aumentando rápidamente en muchas de las economías desarrolladas, el real estate logístico prepara todos sus mecanismos para hacer frente a un contexto que, inevitablemente, dejará notar sus efectos sobre el desarrollo de proyectos.

No se trata solo de la carestía de los materiales esenciales y de la mano de obra cualificada, también de las presiones y la escasez de la cadena de suministro que dificultan la obtención de los materiales de construcción necesarios.

Desde un aumento del 66% en el precio del acero fabricado hasta grandes picos en el precio de la madera blanda, pasando por un salto de más del 500% en el precio la madera OSB – un producto que es fundamental para la integridad de las estructuras de un edificio – los dramáticos aumentos de precios están teniendo un efecto significativo en los contratistas y desarrolladores. A menudo, no tienen otra opción que absorber el aumento de los costes, lo que reduce los ajustados márgenes.

¿Y las naves?

Dado que la mayoría de desarrolladores operan con márgenes reducidos, el aumento de los costes está afectando al proceso de licitación. Los fuertes aumentos de los precios hacen que sea más complejo estimar los costes futuros, que pueden multiplicar las estimaciones originales en el momento en el que comienza la obra y aún más en el momento de entrega de la misma.

Del mismo modo, los retrasos en la entrega de materiales, debido a los desafíos de la cadena de suministro, habitualmente significan que el cronograma para la finalización de un proyecto a menudo no está claro.

5 claves para controlar el impacto de la inflación desde la inmologística

A medida que la inflación continúa afectando a las economías e industrias, las empresas del ecosistema inmologístico deben considerar ciertas acciones que pueden reducir el impacto de esta en sus operaciones.

Discutir el riesgo compartido

Es imprescindible mantener una discusión abierta con los interesados en el proyecto sobre los potenciales desafíos, pudiendo llegar a considerar el hecho de compartir el riesgo de la inflación, ya sea a través de acuerdos de alianza o condiciones de contrato alternativas.

Considerar el estado de la supply chain

Los materiales de construcción no solo son más caros, sino que también se vuelven más difíciles de asegurar. Esta nueva realidad puede requerir cambios en los plazos de finalización tanto para los proyectos en curso como para las nuevas licitaciones.

Reevaluar los procedimientos de adquisición

Revisar la cadena de suministro y evaluar su resiliencia frente al aumento de precios y plazos también es esencial. Es importante considerar el desarrollo de stocks de seguridad para los materiales esenciales, que pueden equilibrar el presupuesto y asegurar en parte los cronogramas planteados.

Revisar los presupuestos

Ha de considerarse cómo la inflación, bien sea por materiales o mano de obra, afecta al coste final del proyecto. En este sentido, los actores del real estate logístico pueden considerar ajustar su enfoque de licitación agregando contingencias en los modelos de precios para hacer frente a futuras incertidumbres.

Reexaminar las pólizas

Los precios más altos de materiales y mano de obra se reflejarán en el coste final de un proyecto. Y, dado que las pérdidas también darán lugar a reconstrucciones más costosas, es posible que sea necesario revisar la suma asegurada para minimizar el riesgo de tener un seguro insuficiente.

En términos generales, estas consideraciones, unidas al aumento de la productividad favorecida por técnicas de planificación que mejoran las prácticas y la comunicación, así como la reducción de costes – a través de un menor desperdicio y la compartición de recursos -, aseguran que, pese a los cambios y las fluctuaciones, la inmologística puede no sólo concluir los proyectos en marcha, también seguir desarrollando nuevos.