Los inmuebles logísticos están sufriendo las repercusiones del incremento exponencial de la actividad e-commerce.  Las especificidades del almacenaje destinado a comercio electrónico están encontrando muchas limitaciones en los espacios logísticos que hasta ahora considerábamos estándar. De esta manera, en la mayoría de los casos, se requiere del desarrollo de un inmueble ad hoc para esta actividad. 

Este hecho, unido a la escasez de terreno en muchas ciudades como Madrid y Barcelona, genera trabas en las empresas a la hora de poder continuar creciendo. 

La mejora de las infraestructuras logísticas debe ir de la mano de la evolución y adaptación a los cambios, tanto del mercado como de las exigencias de sostenibilidad. En la actualidad, con el aumento de la actividad, muchas compañías demandan nuevas superficies de almacenaje, enfrentándose a grandes obstáculos.  

El sector inmologístico principalmente ha puesto su foco en la búsqueda de terreno nuevo, pero pocas empresas se dan cuenta de la posibilidad de incorporar la sostenibilidad, no solo a la logística, sino también a la inmologística.  

¿Por qué apostar por terrenos abandonados? 

La adquisición de nuevo suelo edificable es altamente difícil. La nueva logística demanda ciertos parámetros, entre los que habría que destacar un porcentaje muy bajo de ocupación en planta, lo que consume mucho más suelo del que era necesario antes. La lentitud de la administración en generar nuevo suelo ha provocado una situación de desabastecimiento.  Aquí surge la oportunidad de la recuperación de suelos preexistentes, ya sea por la demolición de edificios obsoletos como por la descontaminación y reacondicionamiento de solares abandonados. 

Sin embargo, haciendo de la necesidad virtud, ocurre que apostar por la renovación de terrenos abandonados u obsoletos logra mantener y apostar por la calidad, eficiencia y sostenibilidad. El reacondicionamiento de espacios permite no sólo solucionar un problema de almacenamiento, sino también luchar para darle una segunda vida a terrenos que han perdido su valor o se encuentran en malas condiciones.  

Por ejemplo, en la región de Murcia hay en torno a 1.000 solares en estado de abandono, hecho que se da en prácticamente todas las comunidades, como en localidades como Castellón, donde entre el 20% y 25% de solares se encuentran en estado de semiabandono o abandono. 

Según datos de Savills, a lo largo de 2022 y 2023 el terreno empleado para almacenaje logístico aumentará más de 3 millones de metros cuadrados en los grandes núcleos del sector en Madrid y Barcelona. 

El valor de revitalizar zonas abandonadas 

Las características de los solares abandonados son diversas. Pueden llegar a ser desde simples terrenos limpios a estar llenos de maleza y basura. Pese a que en un inicio se pueda llegar a pensar que la inutilidad de estos terrenos no genera grandes cambios a su entorno, a largo plazo suele suponer problemas sanitarios (al acumular basura, escombros, maleza, malos olores) y accidentes (incendios, desprendimientos, etc.).  

Por ello, residentes cercanos a parcelas abandonadas suelen tener problemas y quejas sobre éstas, y tratan de pedir que se garantice una limpieza de los terrenos.  

Las órdenes de ejecución de limpieza de solares abandonados cada vez son mayores, en el municipio de Murcia se dieron durante el año 2020 en torno a 212 órdenes de limpieza, no todas ejecutadas. 

Dado el problema de espacio en el sector como las trabas que generan no sólo a los vecinos, sino también a la sostenibilidad la mala gestión de los terrenos abandonados, su reacondicionamiento no es más que la solución más beneficiosa para todas las partes afectadas. 

Rehabilitando o reacondicionando se consiguen tres objetivos. Por un lado, se revitaliza un espacio abandonado dándole una segunda oportunidad; por lo mismo, se evita generar más suelo nuevo y por tanto el impacto que genera en el medio ambiente y por último, se generan riqueza y empleo en el entorno. 

Proyecto Magna Park Tauro Illescas 

Desde GLP se ha realizado uno de los proyectos más ambiciosos en el ámbito de la regeneración de parcelas abandonadas. Ubicado en la localidad de Illescas, se ha generado una gran parcela de 286.000 metros cuadrados que permitirá la construcción de hasta 200.000 metros cuadrados de almacenes logísticos de última generación. 

Este proyecto no es más que una forma de ver la gran utilidad que se le puede dar a terrenos abandonados. Se trata del sector Cárcavas II en Illescas. En este sector se iniciaron las obras de urbanización con una disposición de manzanas orientada al desarrollo de naves para pymes. La crisis de 2008 provocó la paralización de los trabajos, el agente urbanizador entró en concurso de acreedores y, con el paso del tiempo, la urbanización se convirtió en un vertedero ilegal.  

El Ayuntamiento de Illescas temía que el solar quedara abandonado y fuera víctima de vandalismo, robos y de un posterior problema de deterioro. Pero tras 12 años abandonado, GLP ha reacondicionado la zona, generado una gran manzana de suelo adaptada a la nueva logística y ha revitalizado el entorno, que, en un futuro muy próximo, será referente de sostenibilidad y generación de riqueza en el área de la Sagra.  

Este tipo de proyectos no solo permiten reacondicionar espacios abandonados, también ayudan a la creación de empleo en las comunidades circundantes. En palabras de Patricia Franco, consejera de Economía, Empresas y Empleo del Gobierno de Castilla-La Mancha “46.000 personas trabajan en el sector logístico en toda la región, lo que significa más de 834 millones de salarios. Todo esto se debe a un alcalde visionario y un tejido empresarial que está haciendo posible grandes proyectos”. 

La sostenibilidad de este proyecto no sólo residirá en el terreno reutilizado, también contará con tecnología fotovoltaica y paneles térmicos, y su desarrollo se basará en el estándar de la certificación BREEAM Very Good (método de evaluación y certificación de la sostenibilidad en la edificación). 

Su uso estará disponible en septiembre de 2022 y con éste podremos ver las ventajas que implica darle una nueva vida a terrenos abandonados. Así lo señala Óscar Heras, director de GLP España “estamos convencidos de que este proyecto, que supone la regeneración urbana sostenible de una antigua zona industrial despertará el interés de grandes actores del panorama logístico nacional e internacional”.