El sector inmobiliario logístico ha experimentado una racha de subidas exponenciales durante los últimos años. En el último trimestre de 2023 en España, la contratación de suelo disponible ha sido de 1,4 millones de metros cuadrados, protagonizada por focos logísticos como Madrid o Cataluña.

Este repunte en la inversión, en origen motivado por la crisis sanitaria y la obligación de adquirir los productos vía online en los e-commerce, ha llevado a muchas empresas a invertir en infraestructuras para el almacenamiento de su stock con el fin de facilitar la distribución a través de todos y cada uno de los canales disponibles en la actualidad.

Sin embargo, en este proceso de expansión, si bien son muchas las lecciones aprendidas, también hay otras cuestiones que, con el paso del tiempo, han demostrado ser accesorias. Por todo ello, es imprescindible tener en cuenta una serie de características que, a tres años de este episodio mundial, marcan la diferencia para una inmologística de 10.

Diseño y sostenibilidad

La inversión en desarrollos inmologísticos no debe limitarse a la eficiencia operativa, también debe tener en cuenta otros aspectos a la hora de asegurar dos de las máximas del real estate logístico: el diseño y la sostenibilidad.

El diseño debe estar bien planificado para que pueda aumentar la productividad y reducir el riesgo de accidentes laborales. Para ello, la nave debe poder ajustarse a las fluctuaciones estacionales y las variaciones en los volúmenes de pedidos, como el pico de demanda típico de las compras navideñas.

Una solución complementaria para optimizar los procesos es la inversión en tecnologías de vanguardia, como el SGA o el big data, y sistemas que automaticen y permitan una rápida adaptación a cambios en la demanda.

Además, la integración de prácticas sostenibles, como el uso de energías renovables y el tratamiento eficiente de los residuos, han demostrado, no solo tener un impacto positivo en la imagen de los usuarios de las naves, también en sus cuentas de resultados, ya que genera un ahorro considerable a largo plazo.

Ubicación estratégica de las naves logísticas

El diseño del espacio no significa nada si no se tiene en cuenta su localización cercana a los principales puntos de actividad comercial, algo que optimiza enormemente la cadena de suministro, sobre todo la última milla.

La elección de ubicaciones estratégicas, cerca de centros de consumo o en zonas de fácil acceso a las principales vías de transporte, reduce significativamente los costes logísticos. Como consecuencia, también se agilizan los tiempos de entrega de los pedidos, algo que fortalece las relaciones con los clientes. Por lo tanto, las empresas deben tener en cuenta cómo está conformada la geografía del mercado y las rutas de distribución antes de realizar inversiones mayúsculas.

Personal capacitado, un reto que persiste

La tecnología y las instalaciones de vanguardia son esenciales, pero los recursos humanos aportan un valor añadido, a veces camuflado por la aparición de nuevos sistemas digitales. Sin embargo, la inversión en la capacitación permanente y el desarrollo del talento garantiza que los empleados estén equipados para utilizar las nuevas tecnologías y adaptarse a los cambios en los procesos operativos.

Este factor se encuentra estrechamente vinculado con el anteriormente mencionado ya que, en función de la región en la que se asiente un desarrollo inmologístico, la infraestructura contará con más o menos personal cualificado, dependiendo de la demografía local.

Así cerramos 2023 en GLP

En nuestra filosofía de estar profundamente comprometidos con el desarrollo del sector, desde GLP hacemos balance de un año plagado de proyectos que respaldan nuestras ganas de crecer.

Muchos comenzaron con la selección de ubicaciones prime para la instalación de parques logísticos que apoyaran la actividad comercial de la zona. Ejemplo de ello ha sido la plataforma logística en Illescas, como soporte a una cadena de supermercados en su expansión por el terreno nacional. Además, la sostenibilidad ha estado muy presente en cada una de nuestras acciones.  Así, el proyecto G-Park Masquefa se ha consolidado como el primer proyecto biofílico líder en eficiencia energética, incorporando especificaciones técnicas para la preservación del entorno natural.

La acción social en GLP, regida por nuestros criterios ESG, nos ha llevado a colaborar activamente por la satisfacción de las necesidades de las personas que viven cerca de nuestras instalaciones y, junto a organizaciones como el Banco de Alimentos, trabajamos para impulsar el desarrollo social.

Cerrar el año 2023 con una inmologística de 10 implica una inversión estratégica en naves logísticas que integren tecnología para la recopilación de datos, automatización, prácticas sostenibles y colaboración con el personal. La clave, por tanto, radica en adoptar enfoques innovadores que no solo optimicen las operaciones actuales, sino que también preparen el terreno para afrontar los desafíos logísticos que se avecinen en 2024.

Esta combinación de elementos sentará las bases para una inmologística excelente en el panorama empresarial del próximo año y en adelante.