La inmologística, sector vital en la intersección de la cadena de suministro y el mercado inmobiliario, se encuentra en una encrucijada crucial en la era contemporánea.

En un contexto donde la urgencia por mitigar el cambio climático y reducir la huella de carbono es cada vez más apremiante, la integración de energías renovables emerge como una piedra angular para el futuro sostenible del sector.

Cabe destacar que, según los últimos estudios, este tipo se soluciones está llamado a superar los 34 billones de inversión en el próximo cuarto de siglo a nivel mundial.

En España y Europa, regiones que afrontan desafíos significativos en cuanto a la eficiencia energética y la reducción de emisiones, esta respuesta no solo representa un compromiso ambiental, sino también una oportunidad estratégica para optimizar los costes operativos y fortalecer la competitividad.

¿Cómo se integra el sol en la inmologística?

La energía solar fotovoltaica se ha consolidado como una opción líder para la integración de energías renovables en la inmologística.

Esta tecnología aprovecha la radiación solar para generar electricidad mediante paneles fotovoltaicos, ofreciendo beneficios significativos en términos de sostenibilidad y eficiencia energética.

En el contexto de la inmologística, las cubiertas solares son la aplicación más común de la energía solar fotovoltaica. Estas pueden cubrir grandes áreas de superficie, proporcionando una plataforma ideal para la instalación de paneles solares.

Además, se pueden integrar de manera modular y escalable, permitiendo adaptarse a las necesidades específicas de cada instalación.

¿Cómo se integra el viento en la inmologística?

La energía eólica es otra fuente renovable que puede ser integrada en la inmologística, especialmente en áreas con vientos relativamente constantes y con buenas velocidades.

Las turbinas eólicas pueden ser instaladas en las proximidades de centros logísticos, generando energía limpia y reduciendo la huella de carbono.

Aunque su implementación puede ser más compleja debido a los requisitos de estudios y permisos previos a su instalación,  los beneficios a largo plazo hacen que esta inversión sea, cada vez, más atractiva. También es cierto que un buen recurso eólico es más escaso que el recurso solar, pero afortunadamente en España contamos con muchas regiones interesantes para el desarrollo de esta tecnología.

Cabe también destacar el desarrollo de la energía eólica de pequeña escala, con turbinas de distinta tipología, pudiendo ser de eje vertical, que pueden resultar más fáciles de integrar sobre los techos de las naves.

Por último, los recursos eólico y solar suelen resultar complementarios, por lo que su desarrollo combinado en un mismo lugar puede permitir generar energía renovable durante un mayor número de horas.

¿Cómo se integran los residuos en la inmologística?

La biomasa, derivada de residuos orgánicos, también puede ser utilizada para generar energía térmica y eléctrica en instalaciones logísticas.

Este tipo de energía es especialmente útil en áreas rurales o industriales con acceso a materiales orgánicos residuales. Como parte de su proceso de descomposición, los desechos orgánicos liberan metano, un potente gas de efecto invernadero con un impacto 80 veces mayor que el dióxido de carbono. Por lo tanto, la conversión de residuos en energía no solo reduce el impacto ambiental de los desechos, sino que también proporciona una fuente de energía constante y renovable.

¿Cómo se integra la geotermia en la inmologística?

Aunque menos común, la energía geotérmica de baja temperatura puede ser utilizada para proporcionar calefacción y refrigeración a instalaciones logísticas.

Este tipo de energía aprovecha la capacidad del subsuelo de acumular calor y de mantener una temperatura relativamente constante, que puede ser aprovechada en invierno para calentar las instalaciones, y en verano para refrigerar. Esta puede ser una opción eficiente y sostenible. La inversión inicial puede ser elevada, pero los costes operativos a largo plazo son bajos y la eficiencia energética es alta.

G-Park Sagunto: un ejemplo del binomio inmologística-renovables

El proyecto en G-Park Sagunto es un ejemplo claro de cómo la inmologística puede integrar energías renovables de manera efectiva.

GLP Clean Energy, en asociación con Romar Global Care, está desarrollando un techo solar que contará con 6.904 paneles fotovoltaicos y 21 inversores, alcanzando una potencia total de 3,8 MWp. Este proyecto no solo suministrará energía a las operaciones del usuario final, sino que también contribuirá a la red eléctrica local.

El acuerdo de compraventa de energía (PPA) firmado por un periodo inicial de 12 años, con posibilidad de prórroga, asegura un suministro constante de energía renovable, reduciendo la emisión de más de 11.000 toneladas de CO2 a lo largo de su vida útil.

Esto equivale a plantar aproximadamente 15.000 árboles, destacando el impacto positivo en el medio ambiente y la comunidad local.

El impacto en la sostenibilidad y la economía

Como demuestra el anterior caso de éxito, la integración de energías renovables en la inmologística no solo es una respuesta clave a los desafíos ambientales contemporáneos, sino que también genera un impacto significativo en la economía y la competitividad empresarial.

Reducir las emisiones de CO2 es uno de los beneficios más evidentes de estas iniciativas. Al adoptar tecnologías como la energía solar fotovoltaica y la eólica, las empresas inmologísticas pueden disminuir su huella ambiental considerablemente. Este compromiso con la sostenibilidad no solo alinea a las empresas con las expectativas de los consumidores y reguladores, sino que también mejora su reputación corporativa al demostrar un liderazgo responsable en la mitigación del cambio climático.

Las políticas gubernamentales desempeñan un papel crucial al proporcionar el marco y los incentivos necesarios para la adopción de energías renovables. En España y Europa, iniciativas como el Pacto Verde Europeo no solo promueven la transición hacia una economía baja en carbono, sino que también ofrecen apoyo financiero y fiscal para proyectos sostenibles. Estas políticas fomentan un entorno propicio para la innovación y la inversión en tecnologías limpias.

Además de los beneficios ambientales y regulatorios, la adopción de energías renovables conlleva ventajas económicas directas para las empresas. La implementación de acuerdos de compraventa de energía (PPA) permite a las empresas estabilizar sus costes energéticos a largo plazo y mitigar los riesgos asociados con la volatilidad del mercado energético. Al generar electricidad in situ, las instalaciones logísticas no solo reducen su dependencia de la red eléctrica convencional, sino que también tienen la oportunidad de generar ingresos adicionales vendiendo excedentes de energía a la red local.

Un potencial por explorar

La integración de energías renovables en la inmologística no es solo una tendencia, sino una necesidad urgente en el contexto actual de cambio climático y sostenibilidad.

Las opciones como la energía solar, eólica, geotérmica y de biomasa ofrecen soluciones viables y efectivas para reducir la huella de carbono del sector. Ejemplos como el proyecto en G-Park Sagunto demuestran que la colaboración entre empresas puede llevar a resultados significativos y beneficiosos tanto para el medio ambiente como para la economía.

Así, con el apoyo de políticas gubernamentales y la adopción de innovaciones tecnológicas, la inmologística tiene el potencial de liderar la transición hacia un futuro más sostenible.