La demanda de naves inmologísticas en España es una realidad en aumento, pues estos últimos años los datos no han hecho más que demostrar el creciente peso que está teniendo la actividad logística en el mercado internacional.
Ante este escenario cada vez son mayores las exigencias que se depositan en este tipo de infraestructuras, teniendo que estar adaptadas a una de las mayores preocupaciones que ronda al sector: la sostenibilidad.
Es aquí donde entran en juego los criterios ESG, aquellos que se centran en los factores ambientales, sociales y de gobierno corporativo, teniendo un papel cada vez más significativo en la obra inmologística y siendo un hecho fundamental para los inversores. Así lo confirma el informe European Investor Intention Survey de la consultora CBRE, que señala cómo un tercio de ellos estaría dispuesto a pagar una mayor cuantía a negocios que incluyan estas medidas en sus instalaciones.
Criterios ESG en el mercado español
A nivel europeo las empresas que incluyen medidas ESG no paran de crecer. En España esto también sucede y es que son cada vez más los que introducen estos criterios en sus negocios, consiguiendo una rentabilización de las actividades con mayores beneficios económicos.
Según los datos ofrecidos por SpainSif, las compañías que cuentan con esta metodología integrada en sus instalaciones resultan más rentables que aquellas que no las tienen incorporadas. Asimismo, este informe señala cómo los fondos ESG han aumentado un 21% desde 2015.
Pero este aumento de requerimientos se está topando con una dificultad en la ocupación de suelo. Entre las comunidades autónomas que más han crecido y desarrollado estos criterios en sus naves encontramos la Comunidad de Madrid, la Comunidad Valenciana y Cataluña, tres zonas en las que la disponibilidad de suelo es cada vez menor.
La consultora Savills informa que esta primera cuenta con más de 250.000 metros cuadrados ocupados desde el inicio de este 2023. De esta manera la tendencia del sector inmologístico madrileño sostiene una disponibilidad por debajo de un 6% generando un descenso del 28% interanual.
La información relativa a la Comunidad Valenciana indica que cerró el año 2022 con una superficie de 380.000 metros cuadrados y se espera que este año alcance los 500.000 metros cuadrados.
En el caso de Cataluña se estima que se alcancen los 640.000 metros cuadrados para este 2023, siendo estas unas cifras positivas dado el bajo índice de disponibilidad en este mercado.
Apostar por la sostenibilidad, así lo hacemos
Esta presunta fase de esplendor del mercado inmologístico le adentra de nuevo en otro gran reto, adaptar las naves y el poco suelo disponible a las crecientes necesidades y requerimientos logísticos.
Con este objetivo por bandera, empresas como GLP ponen su valor diferencial en la búsqueda por lograr una sinergia entre sus instalaciones y el entorno que las rodea, incentivando la implantación de diversas medidas para aprovechar los terrenos y evitar una pérdida de valor de los hábitos y usos de las tierras.
Esto lo podemos ver en naves como G-Park Valls donde la incorporación de criterios ESG se ha visto plasmada mediante dos iniciativas, una enfocada hacia el bienestar de los ciudadanos y otra hacia la conservación del ecosistema.
Por un lado, encontramos una ayuda destinada al Club Baloncesto Valls, el cual ha podido contar con la presencia de un equipo especializado en nutrición para promover un estilo de vida saludable en los niños, así como apoyar la deportividad y respeto entre los diversos equipos.
En lo relativo al medioambiente, GLP ha apostado por la replantación de olivos en sus instalaciones, produciendo aceite a partir de ellos con su proyecto G-OLD.
Este proyecto se apoya en las empresas locales para garantizar el correcto mantenimiento de los olivos y su correspondiente producción. Asimismo, con el fin de garantizar la protección del medio ambiente y respaldar a las comunidades en las que trabajan, son asociados de la Cooperativa Agrícola Valls.
Otra instalación, ejemplo de la importancia de los criterios ESG en la inmologística, es el nuevo proyecto de GLP en Cataluña, G-Park Masquefa. Con el éxito de la replantación de olivos y los muchos beneficios que ha generado, próximamente se repetirá este proceso, pero con la producción de cava. La idea es, de igual manera, involucrar a las empresas locales de Anoia para que aporten sus conocimientos, beneficiando la economía local.
Además, se mimetizará el color de la nave con su entorno. Esta práctica es bien conocida en los proyectos de GLP. Normalmente, estos poseen tonos difuminados de azules para adaptarse al cielo y al ambiente de forma respetuosa, pero en esta ocasión se teñirán de verde, al ser el color predominante de la comarca.
El cuidado del medio ambiente, el compromiso social y la buena gobernanza son fundamentales para el correcto funcionamiento de una empresa y así lo plasma GLP con los proyectos que ha realizado y sigue realizando.