Explorar cómo el diseño puede mejorar la productividad y el bienestar en los almacenes desde varias perspectivas: ergonomía, sostenibilidad, adaptabilidad, tecnología y bienestar, generando una visión integral, es uno de los focos cruciales de GLP.
Nicolás Ruiz Richter, senior construction director en GLP España, explica en esta entrevista cómo un enfoque integral de estos factores no solo impacta en el desempeño y la satisfacción de los empleados, sino que también contribuye a una operación logística más eficiente y alineada con los desafíos actuales del mercado.
Desde tu experiencia, ¿cómo crees que el diseño del espacio influye en la productividad de los trabajadores en un almacén? ¿Hay elementos que consideres clave para facilitar el flujo de trabajo?
Desde la perspectiva de GLP, el diseño de un almacén va mucho más allá de la distribución de estanterías o la planificación de rutas de movimiento. Creemos que el espacio debe estar pensado para facilitar los procesos logísticos y operativos, minimizando el tiempo de desplazamiento y optimizando el acceso a productos y herramientas. Elementos como una disposición eficiente de los pasillos y la inclusión de tecnologías de rastreo y localización mejoran el flujo de trabajo, permitiendo que los empleados realicen sus tareas de manera más ágil y segura.
¿Cuáles son las principales consideraciones ergonómicas que deberíamos tener en cuenta al diseñar un espacio de almacén? ¿Has visto mejoras significativas en el bienestar de los usuarios con cambios específicos en el diseño?
La ergonomía es esencial para garantizar la comodidad y seguridad de nuestros empleados. En GLP, integramos estaciones de trabajo ajustables y espacios diseñados para minimizar la necesidad de movimientos repetitivos o esfuerzos físicos excesivos. Estudios recientes demuestran que un enfoque ergonómico en el diseño de los almacenes contribuye a reducir el estrés y la fatiga en el personal, mejorando tanto el bienestar como la eficiencia. Hemos observado que implementar elementos ergonómicos no solo reduce el ausentismo, sino que también aumenta la satisfacción laboral.
Con la digitalización y la automatización cada vez más presentes, ¿cómo puede el diseño del almacén adaptarse a esta transformación para ser funcional y mejorar la experiencia de los trabajadores?
A medida que la digitalización y la automatización ganan relevancia, el diseño de los almacenes debe ser flexible para acoger estos avances. Trabajamos en diseños que permiten una integración fluida de tecnologías como sistemas de picking automatizados, robótica y sensores de IoT. Estos componentes no solo optimizan la operación, sino que también transforman el entorno de trabajo en un espacio donde los empleados pueden concentrarse en tareas de mayor valor. Para nosotros, es crucial que el diseño permita una convivencia armónica entre tecnología y trabajadores, favoreciendo la colaboración entre ambos.
¿Crees que los elementos de diseño sostenibles, como la iluminación natural y la ventilación adecuada, impactan en la productividad o en la salud de los empleados? ¿Qué prácticas o elementos sostenibles se integran con mayor frecuencia en tus proyectos?
El bienestar ambiental de los empleados es una prioridad en el diseño de nuestros proyectos. Incorporar elementos sostenibles, como iluminación natural y sistemas de ventilación de última generación, no solo reduce la huella de carbono del edificio, sino que también mejora la salud y la productividad de los trabajadores. La exposición a la luz natural, por ejemplo, ha demostrado que aumenta la energía y el bienestar mental, lo que se traduce en un entorno laboral más saludable y productivo. En nuestros proyectos, buscamos certificaciones de sostenibilidad, como BREEAM, que garantizan que estamos alineados con las mejores prácticas ambientales.
¿Hasta qué punto es importante que el diseño de un almacén sea flexible para adaptarse a cambios en el flujo de trabajo o en la demanda? ¿Qué tendencias estás viendo en términos de adaptabilidad en el diseño de estos espacios?
En GLP, entendemos que la demanda y los flujos de trabajo en un almacén pueden cambiar con frecuencia, especialmente en un contexto global tan dinámico. Por eso, diseñamos espacios modulares que puedan adaptarse rápidamente a nuevas configuraciones sin grandes costos o interrupciones operativas. La adaptabilidad se ha convertido en una tendencia clave en el diseño de almacenes, impulsada por la necesidad de los clientes de responder ágilmente a cambios en el mercado. Espacios que pueden reconfigurarse permiten a nuestros clientes maximizar la utilidad del almacén, ajustándolo a las necesidades del negocio en cada momento.
¿Cuál es el papel de las áreas de descanso o colaboración en un entorno de almacén? ¿Piensas que estos espacios aportan un beneficio claro a la productividad y al bienestar de los trabajadores?
Sabemos que el bienestar de los empleados no solo depende de su área de trabajo directa, sino también de los espacios de descanso y colaboración que el almacén ofrece. En GLP, incluimos áreas de descanso diseñadas para proporcionar un respiro del entorno laboral y fomentar el intercambio social, lo cual tiene un impacto positivo en el ánimo y la cohesión del equipo. Creemos que contar con espacios bien diseñados para el descanso ayuda a los empleados a recargar energía, mejorando así su enfoque y productividad cuando regresan a sus labores.
¿Qué papel juega la tecnología en el proceso de diseño de un almacén? ¿Hay alguna innovación que consideres que pueda transformar cómo se diseñan estos espacios para optimizar la experiencia del usuario?
La tecnología juega un papel crucial en el diseño de los almacenes modernos. Desde el uso de software de planificación hasta la incorporación de sensores y sistemas de IA, en GLP apostamos por soluciones que optimicen el uso del espacio y mejoren la experiencia del usuario. La tecnología no solo facilita la operación, sino que también permite un diseño más inteligente y flexible. Las innovaciones como el modelado 3D y la simulación virtual nos permiten planificar y visualizar los almacenes antes de su construcción, asegurando que cada espacio esté optimizado para su función y adaptabilidad futura.
¿Utilizas algún tipo de evaluación o indicadores de bienestar y productividad tras la implementación de un nuevo diseño? ¿Puedes compartir algún caso en el que el rediseño haya tenido un impacto tangible en estos aspectos?
Para nosotros, la evaluación del bienestar y la productividad es fundamental después de implementar un nuevo diseño. Utilizamos indicadores específicos y encuestas de satisfacción que nos permiten medir el impacto de los cambios en el diseño. En uno de nuestros proyectos recientes, por ejemplo, rediseñamos la iluminación y el sistema de flujo de aire, y esto no solo mejoró la salud de los empleados, sino que redujo la tasa de errores en la operación. Estas métricas nos ayudan a identificar qué aspectos del diseño son más efectivos y cómo podemos seguir innovando para optimizar el entorno de trabajo.